BENDITA WEBCAM

Mi novia se había marchado a España  a estudiar y nuestra relación se limitaba a chatear por internet.  La distancia nos había producido a ambos una tristeza y nuestra conversación era lo que más nos ayudaba para sentirnos cerca.  De vez en cuanto su mejor amiga participaba de nuestras conversaciones mientras ella estaba en su apartamento.


    A la tercera semana, lo que más nos afectaba de la lejanía, fue la falta completa del acercamiento corporal al que estábamos acostumbrados con mucha frecuencia, en mi apartamento.  Ella debía regresar a su casa a las ocho de la noche para evitar sospechas de los padres, aunque después de tres años dudo que no sospecharan, pues el contacto con su cuerpo desnudo, ese preámbulo previo a nuestros encuentros amorosos, y la culminación explosiva, en donde el sudor nos cubría ambos cuerpos era el factor que ambos extrañábamos. 

    Una noche, en nuestra conversación, volvió a salir a flote ese tema, y ella me pregunto si estaba excitado al recordar cada uno de aquellos momentos que habíamos vivido, luego de una buena cena y copas de vino, le conteste que mientras la miraba en la cámara mi cuerpo se tornaba caliente, para sorpresa mía, ella confeso que indescriptiblemente sentía lo mismo en ese momento. Así que curiosamente ella me pidió que me quitara el short que estaba usando, y sin objetar nada, lo hice apresuradamente, mientras ella hacia unos ruidos con su boca que me llegaba como carbón caliente a mis oídos.  Ella seguidamente se quito la T-shirt y me mostro sus grandes senos desnudos.  

Aquella experiencia a distancia  me pareció excitante y sin que ella me lo pidiera, me baje el bóxer hasta los tobillos porque mi falo erecto no podía mantenerse más tiempo dentro de mi ropa interior.
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    Ella, poco a poco se fue acariciando, mientras yo miraba como sus manos se auto exploraba suavemente por el cuello, por ambos senos, mientras su rostro reflejaba el erotismo más provocativo, yo no podía resistirme ante aquellas imágenes, y la deseaba como jamás la había deseado, de pronto se puso de pie y se bajo su falda corta y como una bailarina experta, se despojo de su tanga negra, y yo gemía mientras mis manos sudaban, ella se retiro a su cama, frente a la camara y desde ahí ella rítmicamente se auto satisfacía ante mis ojos, la escuchaba completamente abrumada por la manipulación de su libido, y como una consonancia entre dos almas gemelas, me sometí al mismo ritmo vibrante, hasta que explote antes que ella.  Su sonrisa  dibujada en ese bello rostro expresaba una misión cumplida al verme terminar.  Dulcemente lleve mis labios al monitor para enviarle un cálido beso, y ella correspondió de la misma forma. 

Ahora llevamos ese juego erótico dos veces por semana, bueno, tal vez una mas los fines de semana, pero esta vez, yo le he prometido que esperare a que terminemos juntos.

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